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Inteligencia artificial: ayuda a realizar tareas repetitivas, trabajar de forma segura y contar con información en tiempo real, aunque los colaboradores estén a miles de kilómetros de su oficina.

La gran transformación que experimentó el trabajo ya no es noticia, pero los cambios no han terminado. La forma en que los colaboradores se comunican, se conectan y trabajan sigue cambiando, y hoy es uno de los grandes desafíos para los líderes empresariales.

Según el Informe de Tendencias 2021 de Zendesk, el 60% de las empresas planea ofrecer una mayor flexibilidad a sus empleados y aquí, dicen los analistas, radica una gran oportunidad.

Inteligencia artificial

Invertir en soluciones tecnológicas no sólo facilitará la tarea de los empleados, sino que también permitirá eficientizarla.

Ante este contexto la innovación es clave. Invertir en soluciones tecnológicas no sólo facilitará la tarea de los empleados, sino que también permitirá eficientizarla. Y entre las distintas tecnologías disponibles se destaca la Inteligencia Artificial (IA). Pero ¿cómo puede ayudar a los teletrabajadores?  Estos son algunos ejemplos de aplicaciones y beneficios que la IA puede aportarles:

Capacitaciones y actualizaciones

Hoy, más que nunca, es clave capacitar y mantener actualizadas las skills de los colaboradores. La Inteligencia Artificial también puede auxiliar en el proceso de aprendizaje. A través de un chatbot se pueden crear asistentes de entrenamiento para optimizar la atención y respuestas que reciben los empleados que se están capacitando. Esta herramienta permite que los usuarios puedan resolver sus dudas en cualquier horario. Y los capacitadores, por su parte, pueden enfocarse en los contenidos y en mejorar sus clases.

Asistentes personales

Esta solución tecnológica también ayuda a los empleados en sus tareas cotidianas. ¿Cómo? A través de asistentes virtuales, quienes pueden hacerse cargo de las consultas frecuentes y tareas repetitivas. De esta manera los trabajadores podrán ser más productivos y concentrarse en tareas que requieren de habilidades especiales.

Es que la IA y la automatización ayudan a simplificar la planificación, la previsión y la programación para garantizar que las personas realicen las cosas correctas, en el momento adecuado. Esta tecnología permite analizar flujos de datos relevantes para crear previsiones más precisas. Por ejemplo, si reconoce que un agente ha realizado una acción 20 veces en el transcurso de una hora, la tecnología puede proponer la automatización de esa acción para, de esta manera, mejorar la productividad, la disponibilidad del cliente y la satisfacción laboral.

Orientación en tiempo real

Muchos trabajadores, sobre todo los que hacen tareas de atención al cliente, pueden sentir que el trabajo remoto es más complicado si están lejos de su equipo. Hoy, los conocimientos potenciados por la IA pueden proporcionar orientación en tiempo real a los empleados sobre cómo responder, qué documentar o incluso cuándo recomendar información que pueda ser de relevancia personal para el cliente.

Recursos Humanos

Con frecuencia resulta complicado para los propios colaboradores identificar y describir con precisión sus habilidades específicas, y es allí donde entran en escena los profesionales de Recursos Humanos.

En este caso, pueden ser de gran ayuda las soluciones de Inteligencia Artificial adaptativa. Éstas desarrollan, infieren y normalizan definiciones de habilidades y títulos de trabajo. Además, junto con asistentes digitales integrados con programas de aprendizaje, pueden ayudar a los empleados a identificar, crecer y descubrir sus habilidades alineadas con las necesidades cambiantes de la organización.

Con esa claridad y esa oportunidad, los empleados pueden utilizar las plataformas para encontrar rápidamente nuevas oportunidades, fomentando el avance profesional.

Control del ánimo

El trabajo remoto puede aumentar la sensación de estar desconectado de los compañeros de trabajo. Esto puede provocar falta de compromiso estrés y, hasta, problemas de salud. Por eso es fundamental monitorear el estado de ánimo del equipo de trabajo. Hoy es posible hacerlo través del análisis e interacción con herramientas cotidianas como el correo electrónico y otras aplicaciones de colaboración. Es que los sistemas de Inteligencia Artificial pueden proporcionar medios efectivos para medir el bienestar y el compromiso de los empleados, destacando dónde necesitan ayuda. Una vez que se identifican los problemas, los sistemas de IA pueden sugerir recursos y actividades de apoyo para mejorar la situación.

Seguridad

Otro punto muy importante a la hora de trabajar a distancia es la seguridad. También aquí esta tecnología puede colaborar. Combinar Inteligencia Artificial, machine learning y biometría ayuda a la prevención de fraude y protección de identidad de los empleados.

El reconocimiento facial permite demostrar que quien está frente a la pantalla, es quien dice ser. Un dispositivo con cámara puede corroborar en tiempo real si el colaborador está frente al monitor, ya que la cámara toma su dato biométrico facial y puedo validar su identidad automáticamente.

Además, dentro de herramientas de seguridad informática la IA interviene para prevenir delitos de fraude o estafas, gracias a la aplicación de criterios biométricos e incluso psicológicos para buscar reconocer discursos y propuestas fraudulentas. Así, se recopilan datos como la tonalidad de la voz, las palabras y la manera de presentar la información, para detectar cuáles de todas las operaciones que recibe, por ejemplo, un centro de atención al cliente, buscan estafar a la compañía, y de esa forma evitar que se concrete el delito.

Es claro que la IA no va a reemplazar al 100% las actividades que realizan las personas. Hoy el desafío es crear equipos de trabajo donde la Inteligencia Artificial se sume las habilidades de los empleados para potenciar ambas capacidades con el objetivo de resolver rápidamente tareas y lograr brindar respuestas más efectivas. La utilización de las tecnologías termina cuando se requiere de la intervención de una persona para atender, escuchar y contener al cliente.