Más temprano que tarde, las organizaciones aprovecharán los beneficios de la Internet de las Cosas. Aquí explicamos las ventajas concretas y las tendencias.
Estamos en la Cuarta Revolución Industrial. Eso significa que hay tecnologías disponibles para evolucionar la manera en la cual las empresas operan tanto a nivel de la producción como en relación a la forma de trabajar y a los modelos de negocio.
En este contexto surge con fuerte el concepto de “Industria 4.0”. Se trata de una empresa que aprovecha tecnologías como la Internet de las Cosas (IoT), la inteligencia artificial y la automatización, por mencionar solo algunas.
También son claves los sistemas que corren en la nube, las herramientas de big data y analítica, la inteligencia artificial (AI), las realidades virtual (RV) y aumentada (RA), las soluciones de simulación (gemelos digitales) y de fabricación aditiva (3D). 5G también promete tener una función clave.
¿Vale la pena convertir a una planta tradicional en una inteligente? Sí, porque se trata de una nueva fase en la historia de las industrias que se basa en conectar mejor a las personas, los sistemas y las máquinas, para que los fabricantes pueden volverse más eficientes, ágiles y colaborativos. Por ejemplo, contar con IoT permite recoger datos para, así, acceder a información clave para potenciar al negocio. Para ser más concretos, algunos beneficios señalados por la consultora Deloitte con respecto a las ventajas de utilizar IoT, son:
1. Productividad: Gracias a la automatización se logra que una planta trabaje 24×7, todos el año. En este sentido, estimaciones indican que las aplicaciones de IoT para monitorear el uso de las máquinas podrían incrementar la productividad en compañías manufactureras entre un 10 a 25%.
2. Información confiable y precisa: Con la incorporación de sensores se obtienen datos en tiempo real sobre la producción. Esto permite tomar decisiones más asertivas y anticiparse a posibles escenarios.
3. Reducción de costos: Lógicamente, automatizar una planta industrial tiene costo, sin embargo, el retorno de la inversión (ROI) es rápido debido a beneficios ya mencionados como el aumento de la productividad, la disminución de los errores humanos y la posibilidad de a saber acerca de futuras fallas en las máquinas antes de que éstas se produzcan.
4. Innovación: Al respecto una investigación de la misma consultora determinó que las empresas con estrategias integrales de industria 4.0 innovan y crecen más rápido. Además, al integrar con éxito las tecnologías con el trabajo humano, se vuelven firmas más atractivas para el talento.
Cómo dar el primer paso
Comenzar por colocación de sensores es una excelente medida para transformar una planta tradicional en una inteligente, puesto que estos dispositivos permiten la interconexión de los equipos. Además, con ellos, es posible realizar el control remoto de los procesos y maquinarias. En tal sentido, los sensores sirven para medir variables como temperatura, calidad del aire, humedad, movimiento y vibración, por mencionar solo algunas. De esta manera es posible acceder a la información en tiempo real, desde un smartphone en cualquier lugar del mundo, las 24 horas del día. Así es como en caso de fallas, por ejemplo, si una heladera que contiene medicamentos deja de enfriar, o si una máquina comienza a consumir más energía eléctrica que la habitual, un encargado que reciba las notificaciones podría tomar acciones concretas de inmediato para paliar la situación.
El mercado global de la Industria 4.0 se estimó en U$S 70 mil millones en 2019 y se espera que alcance los U$S 210 mil millones en 2026. Durante este lapso crecerá a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 17%. Y el contexto ayuda: según una la consultora McKinsey, las tecnologías de la Industria 4.0 tuvieron un rol clave en la respuesta a la pandemia de coronavirus en muchas manufactureras globales. El 94% de los consultados dijo que les había ayudado a mantener sus operaciones en funcionamiento, y el 56% señaló que estas tecnologías habían sido fundamentales para sus respuestas a la crisis.
Si bien es cierto que hasta el momento toman la delantera algunas industrias como la aeroespacial, la automotriz, y la de alimentos, entre otras, se trata de un concepto ideal para plantas industriales, que está al alcance de las pequeñas y medianas empresas. Además, en un escenario incierto como el actual, las pymes de todos los sectores verticales pueden encontrar en los dispositivos conectados una respuesta efectiva para ganar en flexibilidad, agilidad y eficiencia.