fbpx

IoT enfrenta un gran desafío: contar con redes que puedan soportar una gran cantidad de dispositivos conectados con alta confiabilidad y bajo consumo de recursos.

iot infoseguridadit

El incremento de los equipos de Internet de las cosas (IoT) es indudable. y las prestaciones actuales de estos dispositivos promete aumentar exponencialmente en los próximos años.

Un punto clave es que la tecnología IoT aportarán gran valor al consumidor, pero al mismo tiempo, serán utilizados para recopilar datos en operaciones industriales, en automóviles, drones o cualquier otro tipo de dispositivo. En definitiva, lo que promete el IoT es un mundo cada vez más conectado.

Pasado y futuro

En 1999, el británico Kevin Ashton acuñó el término Internet de las Cosas (IoT) para definir una red que no sólo conecta a las personas, sino también a los objetos que las rodean. Si bien en aquel momento la idea parecía propia de una novela de ciencia ficción, apenas 20 años más tarde se ha convertido en una realidad, gracias al desarrollo de las tecnologías de la comunicación y el incremento de la velocidad de las conexiones de Internet.

De hecho, Statista prevé que para 2025 el número de suscripciones móviles a redes 5G supere la barrera de los 2.500 millones y haya aproximadamente 16.500 millones de dispositivos conectados mediante el IoT. Según esta consultora, además, la cantidad de dispositivos conectados prevista para 2030 será de 29.400 millones.

La tecnología IoT es, en definitiva, una red de objetos y dispositivos habilitados para Internet, capaces de recoger e intercambiar datos. Muchos de ellos están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana, como por ejemplo los asistentes virtuales, los vehículos conectados y los  wearables como los relojes inteligentes.

Frente a este contexto no resulta extraño que cada vez más empresas, de diferentes industrias, adopten estas tecnologías. Según la investigación IoT Snapshot 2022, elaborada por Logicalis, entre 2018 y 2021, el 47% de las empresas de América Latina ya estaba en proceso de implementación de IoT y el número de las que están en fase de PoCs (prueba de concepto), proyectos piloto o iniciativas ya en producción creció un 15% en el último año.

Dentro de ellas, la adopción por segmentos el liderazgo corresponde a empresas de servicios públicos (56%), seguido de manufactura (48%). Y en cuanto a áreas de negocio atendidas por iniciativas IoT, la de logística y cadena de suministro toma la delantera (48%), seguida por producción (41%) y operaciones (34%).

En América Latina esta tendencia ya comenzó a observarse. Según Statista para el año 2023 habrá en la región 996 millones de dispositivos conectados, y 1.200 millones de conexiones para 2025, de las cuales alrededor del 64% serán para consumidores.

IoT y 5G

Uno de los grandes desafíos que enfrenta la evolución del IoT es contar con redes capaces de soportar a una gran cantidad de dispositivos conectados con alta confiabilidad y bajo consumo de recursos.

Una de las tecnologías que promete impulsar el crecimiento del IoT es el desembarco de la tecnología 5G. Cuando se desplieguen esta tecnología podremos hablar de Massive IoT, ya que la densidad de dispositivos conectados se multiplicará por 100. Es que LTE-M soporta 100.000 dispositivos por kilómetro cuadrado, mientras que el 5G permitirá la conexión 1.000.000 de dispositivos por kilómetro cuadrado.

Es fundamental tener en cuenta que la conectividad es la base de IoT, y el tipo de acceso requerido dependerá de la naturaleza de la aplicación. Una forma de segmentar las aplicaciones de IoT es categorizarlas según las necesidades de cobertura, velocidad de trasferencia de datos, latencia y consumo energético. Las necesidades de cobertura de un sensor en un edificio o estacionamiento, por ejemplo, son muy focalizadas. Sin embargo, en otros casos de uso se requiere una cobertura de servicio más amplia, como el seguimiento de camiones.

Hasta ahora las redes 2G, 3G y 4G han resuelto los casos de uso que requieren grandes coberturas geográficas. Pero el surgimiento de nuevas aplicaciones y servicios de Internet de las cosas con requerimientos de bajo consumo y gran alcance, dieron impulso al desarrollo de tecnologías como LPWA (por sus siglas en inglés Low Power Wide Area Networks). Por su parte, la respuesta de la industria a las necesidades de IoT son las tecnologías que se caracterizan por el bajo consumo de energía y que posibilitan las comunicaciones de largo alcance.

Las redes LTE-M y NB-IoT son parte de las redes de acceso 4G dedicadas a los servicios de IoT en el ámbito de la red móvil. Forman parte de las tecnologías de bajo consumo y gran área de cobertura (LPWA) que utilizan bandas de frecuencia licenciadas.

Por último, las expectativas para la implementación del 5G en la región también están creciendo. Según el IoT Snapshot 2022, son más elevadas para el plazo medio, es decir de 3 a 5 años, con un interés medio y alto que llega al 76 % en el caso de Brasil y al 69 % en los demás países, en comparación con los números actuales que son del 40 % y del 49 %, respectivamente.

Una vez identificadas las redes y principales tecnologías para conectar diferentes dispositivos en soluciones IoT, es necesario tener en cuenta qué tipo de solución queremos implementar en nuestros negocios, saber cuál se adapta a nuestras necesidades y para qué las queremos.

Fuente: Telecom

Descubre más desde InfoSeguridadIT

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo